Es posible que tu velero te acompañe durante toda tu vida, por lo que es muy importante tomar una decisión pausada y meditada.

Es muy importante revisar bien el velero, ya que un problema estructural es un buen motivo para descartar la compra.

En la revisión del velero, los puntos fundamentales son el casco, la jarcia firme (incluyendo el palo) y el motor.

Casco

Es muy importante verificar la unión orza-casco: comprobar el estado de los pernos, la presencia de signos de corrosión si el velero es de acero, o de burbujas que indiquen ósmosis en los cascos de fibra, grietas, deformaciones o roturas, ya que son claros indicativos de varaduras. Hay cascos construídos con diferentes materiales, los más comunes hoy en día son de fibra, acero y madera, dependiendo de su plan de navegación, eslora y presupuesto, cada uno tiene sus particularidades y hay que estudiarlos con el debido detenimiento.

Jarcia

Siempre es importante mirar la jarcia con ojos críticos, incluyendo el palo, y consultar cuándo fue su última revisión y/o reemplazo. Verificar que no hay ningún hilo suelto en los obenques o stays y comprobar que los arraigos y tensores se encuentran en buen estado y operativos.

Es importante inspeccionar el velero fuera del agua, pero también es fundamental navegar con él para comprobar las sensaciones que te aporta, sentir el timón y comprobar el estado de las velas. Ver su comportamiento navegando en los diferentes rumbos para saber si se ajusta al plan de navegación que te planteas con él.

Debes estar preparado para manejar tu propio velero y disponer de los títulos pertinentes. Asegúrate de que la titulación que posees concuerda con el velero que vas a adquirir, y que tienes práctica suficiente para gobernar la embarcación por ti mismo.

La compra de un velero suele ser un proceso largo y minucioso. No caigas en la precipitación de adquirir lo primero que ves o en la desesperación porque no encuentras nada de lo que tienes en mente. Son muchas las ventajas de tener un velero y muchas las sensaciones que experimentarás al mando.

Si tu presupuesto es alto y no quieres tener problemas de ninguna clase deberás estudiar la oferta de los diferentes astilleros para adquirir un velero nuevo de trinca y decantarte por el que más te satisfaga haciendo un balance de la calidad y el precio. (Has de tener en cuenta que un velero de 12 metros, por ejemplo, puede costar diez veces más que otro de la misma eslora, dependiendo de qué modelo y que astillero elijas).

En ocasiones, si eres manitas y te sientes capacitado, con un buen asesoramiento, puedes comprar un velero que no se encuentre en su mejor momento y con paciencia y algo de dinero, hacer de él el barco de tus sueños. Puedes optar por veleros cuyo casco no esté en muy buen estado (con problemas menores), cambiar jarcia firme y de labor, reponer guardamancebos, barnices y otros elementos ornamentales. Todo depende de tus habilidades y del precio de compra y experimentar el inmenso placer de restaurarlo con tus propias manos, ¡Podrías ahorrar una suma importante de dinero!.

Por último hay diseñadores que te venden los planos en kit para que tú mismo te construyas tu propio barco. Esta es otra apasionante empresa que sólo algunos valientes se atreven a asumir.